lunes, 7 de abril de 2014

Poesía en voz alta.14: El sonido que delira




                                                    Escribir. Algunas veces esto también significa cantar.       
                                                                                                                  Marguerite Duras
Eugen Gomringer
Recitar es un verbo con una carga semántica tan decimonónica que se prefiere el verbo decir o leer para cuando se recita un poema en voz alta. Pienso si habrá que dotar al verbo de una nueva significación o de plano eliminar su uso. Declamar es otra acción que se considera arcaica, aunque en mi pueblo todavía hay gente que se dedica a dar clases de declamación. A los verbos decir y leer les falta significación para lo que se hace en poesía en voz alta en la actualidad. Hace falta un verbo. Mientras esto sucede se escucha el anglicismo performance que se usa como verbo, performancear. De igual forma, los poetas jóvenes escriben en las redes sociales “vamos a echar verso”. Como cuando los jarochos invitan a sus versadas de décimas en Tlacotalpan, vamos a echar verso, a versar. A Joseph Pedrals, catalán que se pronuncia por la independencia de Cataluña le gusta decirse recitador como a otros les gusta decir que lo que hacen es canción, microficción, spoken word, hip hop, table poetry, electropoesía, representación , vodevil posmo…y el termino que más se escucha en estos días es el de poesía expandida  (termino que viene de la escultura y el cual no es del todo aplicable a la creación de poemas). Pero como digo al principio, no hay un verbo para estas acciones poéticas.
   Toda esta reflexión viene a cuento porque se llevó a cabo el décimo festival de Poesía en voz alta.14 del 2 al 6 de abril en Casa del Lago de la UNAM. Arte sonoro, arte oral, poesía en voz alta.  La voz es palabra sin palabras, escribe Paul Zumthor, y sin embargo,… gracias a la voz, la palabra es exhibición y don, agresión, conquista, y esperanza de consumación del otro; interioridad manifestada, liberada de la necesidad de invadir físicamente el objeto de su deseo; el sonido vocalizado va desde el interior al interior, une sin otra mediación, dos existencias, escribe Paul Zumthor. Por esto, no es curioso que, dentro de la encuesta que se reparte en Casa de Lago para este tipo de presentaciones (Lalo Barrubia otra de las poetas participantes de este año en un error feliz menciona Casa del Logo), halla para la pregunta ¿Qué le pareció la actividad? la posibilidad de elegir como respuesta la opción Perturbadora, como la estupenda presentación de Lukas Avendaño: Paradoja de la voz, que constituye un acontecimiento en el mundo sonoro. Mejor que la mirada, que el rostro, la voz toma un carácter sexual y constituye (más que transmite) un mensaje erótico, escribe el mismo Zumthor.
   Para esta ocasión, la décima en que se realiza este festival de poesía en Voz alta en Casa del Lago (pero no su 10° aniversario, como se anunciaba en las carteles, puesto que comenzó en 2005, como data en el cuaderno editado como catálogo de este festival), se tuvo como programador o curador a José Eugenio Sánchez poeta quien él mismo tiene una banda de rock Un país cayéndose a pedazos con la cual lee sus poemas (aunque nunca se ha presentado en este festival) y quien acaba de editar en Almadía su último libro con el título jack boner and the rebellion (así, en minúsculas) el cual, no es ninguna casualidad, habla de la generación beat de los años cincuenta: poetas quienes solían acompañarse con música de jazz para las lecturas públicas de sus poemas.


   De todos los artistas sonoros que se presentaron en este festival destacan las actuaciones de Khalid K, músico y compositor nacido en Marruecos y quien vive en Francia, con su show denominado La vuelta al mundo en 80 voces


Él, con sólo su voz y un looper del tamaño de un control remoto que traía en la mano, colmo de sonidos el escenario y el mismo bosque de Chapultepec. La obra de Khalid K se encuentra inmersa en la clase de músicos-cantantes que usan su voz para hacer una serie de sonidos guturales de todo tipo e imitar los sonidos de ciertos instrumentos musicales como una trompeta o un bajo (Boby Mcferry es la referencia más rápida, en México se encuentran entre otros Juan Pablo Villa y las integrantes del trío Muna Zul). Además, como lo constatamos quienes estuvimos ahí presentes, producía otros sonidos de animales y de todo tipo (la sirena de un barco, por ejemplo). Con toda esta instrumentación, sus piezas musicales se convertían en obras de jazz emparentadas con el dub y la música africana. Todo esto aderezado con un muy buen sentido del humor casi de mimo o cómico silente como Mr. Bean.
   También se aplaudió de pie y se ovacionó a Lukas Avendaño, bailarín oaxaqueño quien leyó textos de Pedro Lembel Hablo por mi diferencia y Felipe Osorio Lechedevirgen Trimegisto No soy persona soy mariposa y quien ataviado únicamente con unas zapatillas de tacón rojas y unas rodilleras de catcher de béisbol del mismo color, el cabello levantado y adornado con plumas, bailó los poemas mencionados en lo que yo pongo en la categoría de actuación perturbadora: Soy puñal de bronce, chapado a la antigua, mis gadgets son agujas, navajas y fileros, etnocyber-punk envuelto en alambre de púas, huiCholo atrapasueños. Soy moreno mi piel de bronce bruñido como el cuerpo de Jesucristo en Apocalipsis 1:12… Soy puñal revolucionario, Charro negro con las bolas de fuego, por cogerme toreros mariquitas amarillos y rosas de culos sabrosos y floreados corcel semental sentimental con rifle en el ano en honor a Zapata, cuarto jinete del armagedón kitsch, PornoMariachi, neón exhibicionista, excitado erecto, eyaculando en la plaza de las tres culturas, enfrente de la cámara. Todo su cuerpo y su voz era una serena agresión mientras zapateaba y se golepaba las nalgas con un fuete y hacia sonidos como si estuviera azuzando un caballo, un espectáculo de giro negro, como cuando se atraviesa la cortina de un antro y las luces rojas y la sordidez te hacen dudar de estar haciendo lo correcto, porque claro que no. Pero ahí estábamos.
   Joseph Pedrals se hace llamar un recitador y podría decir que hasta cierto punto es un reaccionario porque en varios de los poemas que leyó hace uso de la rima, que si bien ahora es más estimada por los hip hoperos sigue siendo “mal vista”, desdeñada por muchos de quienes hacen poesía, al menos en México. Pero el uso de la rima y de anáforas sonoras, aliteraciones e inclusive cacofonías le permiten a este poeta catalán un discurso que raya en ocasiones con el disparate. Las palabras pierden su sentido semántico inicial y obtienen otro nuevo como lo que acontece en los poemas de los quesos y en el que usa los nombres de  poetas españoles o en algunas otros en que las consonantes t y p como en teta y pito se repiten o se intercambian para provocar la sorpresa, y por ende la risa, de quien lo está escuchando. Y sin embargo, también leyó poemas que con llevan cierta sabiduría, como Cuando era un niño pequeño.                                                        
    Además de estos autores, en el festival tuvieron una participación notable Lalo Barrubia, poeta uruguaya radicada en Suecia, quien conmocionó con su lectura de La novia del pueblo, estreno mundial, y en donde hay dos discursos paralelos: uno visual en donde se leen citas sacadas del internet sobre las opiniones que se dan en notas relacionadas a violaciones de mujeres (se lo buscaba, quien la manda a andar bebiendo y drogándose, eso le pasa por andar así vestida, etc.) mientras ella leía el texto sobre a la forma de ejercer la sexualidad de la mujer y que me recordó la película de Ninfomaníaca  de Lars Von Tryer en la que se sustenta, entre otras, la tesis en la cual  el ejercicio de su sexualidad, como la mujer desea y con quien lo desea, no autoriza a cualquiera a abusar de ella. Así mismo, la participación de Yair López creador de paisajes sonoros quien esta ocasión le permitieron a algunos poemas ponerlos a retozar sobres estos campos donde corren sonidos y ruidos provenientes de una naturaleza inédita como el contenido en su trabajo más reciente denominado Primitivo branquiado comedor de hierba de los fondos abisales. Y es esa iluminación en lo oscuro la atmósfera de su trabajo. 

En esta ocasión se vio apoyado por videos que creaban un grado de tensión entre el texto y la imagen como en el que se oye decir las letras del abecedario en inglés y de forma veloz.     
    También sobresalió el trabajo de Nora y Gomringer y sus textos sobre la nada, el poema no escrito pero que se piensa y saborea y en los cuales nos trasmite su humor como en Susurrar No lo escuches/ Pues no hay texto sin ruido/ Ya el golpear del teclado/Ya el andar pulsando las letras millones de veces/Sobre millones de teclados produce un ruido tan grande
Una babelería, la construcción de una torre de texto y barro/Qué bien que este texto no existe y / Que estas penas no salgan ahora de la caja; también causaron asombro las intervenciones (descomposiciones) al soneto de Quevedo Amor constante más allá de la muerte por parte del dueto Benerva (Benjamín Moreno /Minerva Reynosa) por medio de los programas de computadora.
Benerva en su presentación en Poesía en voz alta.14
Tanto las poetas Minerva Reynosa como Diana Garza Islas, ambas originarias de Nuevo León, muestran una misma propuesta poética en la que la sintaxis se corta de una forma singular y en sus versos se crean neologismos, además de los usos anafóricos de ciertas frases durante sus poemas apoyados por una forma de leer veloz, sin pausas, que crean un ambiente vertiginoso. Sin embargo, a su lectura le hace falta mayor fuerza, mayor intención, vigor.
   En esta nueva versión del festival Poesía en voz alta.14 también estuvieron Cristophe Fiat, escritor francés quien leyó sus texto épicos Godzila (ser mítico japonés) y Traci Lords (actriz porno) acompañado de su guitarra eléctrica; Eric Doradea quién realizó su poesía escénica sobre las luchas intestinas que suceden en El Salvador, el cantautor de Durango El Basi. La poeta de lengua indígena Briceida Cuevas; Ángel Ortuño, quien leyó poemas de su libro 1331 editado por CONACULTA en su colección Práctica mortal (2013) y se finalizó con los Cardencheros de Sapioriz con sus cantos llenos de sotol y melancolía quienes cerrarón el festival el domingo 6 de abril.
   Como siempre, el público fue bastante nutrido en cada una de las noches, en su mayoría jóvenes, pero también personas mayores interesados en la palabra viva y en las nuevas expresiones que surgen en esta era digital. 
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