miércoles, 26 de octubre de 2011

Las preposiciones de la poesía


A quienes les gusta el poema Piedra de sol podrán recordar los primeros versos de Octavio Paz: Un chopo de agua…enseguida me detengo y pienso que esta primera frase es como vaso de agua. Un vaso de agua es tan común que no se percata su metáfora implícita. A las educadoras les da por decir que el vaso no es de agua, que lo correcto es decir: vaso con agua, enseñan a los niños a pedir un vaso con agua y no de agua. Enseñan a desaparecer de la imaginación la poesía. Como el vaso, un chopo con agua no es nada poético. Un vaso de agua, aunque sea común es poético, porque no existen los vasos de agua son de cristal y mira, la siguiente parte de ese primer verso es: un sauce de cristal. ¿Paz pudo haber escrito este primer verso de su gran poema con esta idea del vaso? Los árboles son como los vasos de agua y cristal. Esto me remite a otro gran poema, el de José Gorostiza, Muerte sin fin, cito de memoria: Todo toma la forma del vaso que lo contiene: el agua toma la forma de un chopo, el cristal el de un sauce. Podría decir que el primer verso del poema de Piedra de sol es, en realidad, el vaso en que se contiene todo el poema.
   Cualquier objeto o frase común es susceptible de volverse poética. Piedra de sol, vaso de agua, sauce de cristal ¿no es el lenguaje ese alto surtidor que el viento de la poesía mece y dobla?

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